1 oct 2016

New Generations #011. Verethragna (parte 1).

De lo que hasta ahora había sido el despacho del director Banner sólo quedaban unas pocas migajas y algo parecido a un suelo. Poco más se podía decir de los pisos inmediatamente inferior y superior. La explosión lo había dejado todo destruido y al Doctor Banner tirado en el suelo, en medio de la plaza central del campus que estaba mirando a través de su ventana hace escasos segundos. Justo antes de que todo se fuera de madre.

Nuestros protagonistas llegaron a la escena lo más rápido que pudieron, dejando sus batidos en la mesa tras de sí. Una vez en el foco de la actividad, se les unieron Percy y Jacqueline, las dos últimas incorporaciones del grupo. Vieron como Bruce se estaba transformando en la gran masa de radiación verde que tanto respetaban y temían a partes iguales mientras, al elevar la vista al cielo observaban la causa de todo aquel revuelo.

Y lo que ocurría era que diez figuras se encontraban flotando a la altura de la explosión. No se podían atisbar sus identidades debido a la humareda que se había formado con los restos del edificio que aún flotaban en el aire, pero rápidamente la gravedad ejerció su efecto haciendo que se posara aquel elemento dramático completamente involuntario.

Y lo que vieron les dejó sin aliento.

Todos eran villanos conocidos no, lo siguiente.
Se trataba nada menos que de Abominación (viejo enemigo del director), Sauron (un pterodáctilo humano némesis recurrente de los X-men), Mandarín (un viejo conocido de Iron man), Bullseye (el hombre con mejor puntería con permiso de Ojo de Halcón), Arnim Zola (una especie de hombre televisor que dio problemas al Capitán América), El Mago (no precisamente amigo de los 4F), Kraven (que intentó cazar a Spider-man en repetidas ocasiones), M.O.D.O.K. (es todo cabeza y toda ella pretende ser el amo del planeta), Nitro (desencadenante de la Guerra Civil de los superhéroes), y en su centro, a modo de líder se encontraba Kingpin (rey del HAMPA de la ciudad de Nueva York). De los hombros y cabeza de Nitro salía humo, lo cual llevaba a la conclusión de que él había sido el causante de la explosión, teniendo en cuenta sus poderes.

–Pero… ¡Qué yo sepa la mayoría de esos tipos no vuelan! ¿Cómo es posible que estén ahí arriba? –dijo Mick, conocedor de la mayoría de la gente del mundo heroico y villanesco.

–Fijate otra vez en ellos… –añadió Peter.

Mick echó la vista al cielo de nuevo y se dio cuenta de lo que decía su compañero. Todos estaban distintos, desde de forma ligera como Kingpin, que tenía un aura dorada a su alrededor y su bastón era del mismo color hasta Arnim Zola, que era literalmente una armadura dorada y descabezada, con dos cuernos como de macho cabrío en la parte superior, pero siempre con la sempiterna pantalla con su cara en pleno pecho. Estaba claro que eran una amenaza a tener en cuenta, especialmente al observar a Abominación, ataviado con unas hombreras del color dorado que parecía caracterizar a todo aquel variado grupo, un cubrebrazos del mismo estilo que el de Amanda en el brazo derecho y un espadón del mismo color casi tan alto como él.
Un montón de los robots que se encontraban por los pasillos del campus ahora se habían colocado delante de los intrusos rodeándolos contra el edificio.

Modo ofensivo: ACTIVADO.

Y acto seguido, los droides empezaron a disparar con repulsores a los visitantes. Sin embargo, los rayos eran desviados en cuanto entraban en contacto con ellos.

Posibilidad de herir al alumnado. ALTO EL FUEGO.

Y el barullo terminó. Sin embargo, los robots se mantenían en sus posiciones. Aunque esto duró bastante poco. Abominación los cortó a todos por la mitad de un mandoble y cayeron estrepitosamente al suelo. Debajo de donde pasaba toda la acción ya se encontraba el director Banner en su forma Hulk, Pantera Negra (el recientemente dueño de la escuela), Gambito, Amadeus Cho, Steve Rogers (parando su clase de historia de América), la Viuda Negra (profesora de Latín), el Castigador (contratado para enseñar Educación física) y Curt Connors, el Lagarto y profesor de biología.
Nitro se acercó a Kingpin con algo en la mano.

–Aquí tiene, jefe. Lo encontré en el despacho antes de volarlo por los aires, pensé que lo necesitaría.

Y le entregó un megáfono. Kingpin sonrió a la par que se lo acercaba con sus enormes manos a la cara.

­–Antes de nada, he de decirle a los profesores de esta especie de… centro de reclutamiento que se relajen antes de que alguien salga herido antes de tiempo –comenzó el enorme mafioso, embutido en su característica americana blanca. Como podéis observar, hemos sido objeto de ciertas… mejoras, por así decirlo. Y cuando estamos todos juntos somos invencibles, así que ni lo intenten, antes de que alguna de estas jóvenes promesas acabe bajo los escombros de alguno de estos preciosos edificios. Sé que hasta la caída de la Tierra de las Sombras en la Cocina del Infierno a manos de ese insufrible arácnido no había pruebas concluyentes de mi relación con el mundo del crimen, aunque era un secreto a voces. Fingí mi muerte y hui a Europa. Pero he regresado. Y traigo buenas nuevas.

El Rey del HAMPA descendió al nivel del suelo, lo cual no era propio de él, teniendo en cuenta su complejo continuo de superioridad. Superioridad justificada, ya que pocos habían conseguido lo que él en la historia. Estaba claro que quería darle a lo que tenía que decir la importancia que merecía.

–Como iba diciendo, mis socios y yo tenemos habilidades nuevas. Y estamos aquí para explicaros el porqué de nuestra presencia aquí. Una entidad se puso en contacto con cada uno de nosotros y nos reunió. Se presentó como Verethragna, que según mis investigaciones posteriores es el Dios persa de la Guerra, también llamado el Victorioso. En un comienzo me rehusé a creer que de verdad estábamos tratando con una divinidad, pero el trato que nos propuso después me sacó de dudas. Al parecer, este ente lleva observando esta escuela desde que se fundó y se puso en funcionamiento. Y parece que, según él, se entretiene al ver como vosotros, guerreros potenciales, exploráis vuestras habilidades. El trato que nos propuso es que nos daría uno de sus diez poderes a cada uno de nosotros, haciéndonos mejores en el campo de batalla, y tendríamos que venir aquí a retaros a pelear bajo sus normas. Y estas son las reglas que regirán la pelea. De entre todos los alumnos, tendréis que escoger a diez. Los mejores, los más preparados, fuertes y habilidosos. Y tendrán que enfrentarse a nosotros de uno en uno, dándoos una posibilidad de vencernos al estar separados. Si conseguimos vencer al menos a seis de vosotros, Verethragna nos regalará estos dones para siempre, convirtiéndonos en semidioses. Vendrá uno de nosotros cada semana a partir de hoy para probar al contrincante que vosotros escojáis. Si un profesor se mete en la batalla, destrozamos la escuela. Si se viola cualquiera de las normas que os acabo de decir, destrozamos la escuela. Si os negáis a participar… Bueno, captáis la idea. Nos vemos la semana que viene.


Y tal como vinieron, se fueron.

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